Imágenes: Cortesía Bonox
Un estudiante brasileño recibió recientemente ofertas de una beca total o parcial de 28 universidades de los Estados Unidos.
Esto no suena nada raro, ya que muchas universidades ofrecen incentivos para que los estudiantes con talento estudien con ellos y ayuden a mejorar la reputación de la escuela a través de los logros deportivos o de otro tipo. Su talento particular, puede sonar tal vez un poco más inusual, ya que Matheus Guimarães fue aceptado debido a sus logros como jugador de esports.
Finalmente eligió una beca del 75% de la Universidad Cristiana de Oklahoma ofrecida por sus habilidades para jugar “Fortnite”. Y no es el único, sólo en los Estados Unidos, hay más de 204 instituciones académicas que figuran en el directorio de escuelas en línea de la NACE (National Association of Collegiate Esports) y muchas de ellas ofrecen becas de esports.
“Esto se debe a que cada vez más investigaciones muestran que, lejos de la imagen estereotipada de un jugador de videojuegos que pierde su tiempo, dinero y células cerebrales viendo imágenes parpadeantes en una pantalla, los videojuegos son en realidad una forma valiosa y cada vez más respaldada científicamente de aumentar el poder del cerebro y adquirir importantes habilidades como el pensamiento crítico, el trabajo en equipo y la creatividad”, comentó Ignacio Aranda, Head of Growth en BONOXS.
No son sólo las universidades las que están reclutando jugadores de videojuegos, una de las firmas de personal más grandes del mundo, ManpowerGroup, realizó un informe de empleo en 2022 que argumentó que los jugadores de videojuegos poseen muchas habilidades que los empleadores están pidiendo a gritos, como planificación, estrategia, liderazgo, juicio y toma de decisiones. Tanto es así que la empresa ha lanzado 'Game 2 Work', una plataforma que une las habilidades aprendidas durante los videojuegos con las mismas habilidades requeridas por los empleadores.
Si tanto las universidades como los reclutadores ya están quitando los viejos estereotipos sobre los gamers, entonces deben tener buenas razones para hacerlo, ¡y las tienen! Hay tanta evidencia sorprendente que surge todo el tiempo sobre cómo, lejos de llamarlo una manera de escapar, deberíamos decir que "todo lo que aprendimos, lo aprendimos de los videojuegos.
“Ya sea un estudio de la Universidad Heriot-Watt de 2019 que mostró cómo jugar videojuegos es una forma poderosa de facilitar el pensamiento creativo; o un estudio de 2013 de la Universidad de Brock en Canadá que demuestra que los juegos de estrategia ayudaron a los estudiantes de secundaria a mejorar sus habilidades para resolver problemas y lograr calificaciones escolares más altas; o incluso el estudio de 2013 de UC San Francisco que destacó cómo los adultos mayores de 60 años que practicaban con un juego de carreras de autos mejoraron el rendimiento multitarea de sus cerebros al de un joven de 20 años, la evidencia es clara de que ya es hora de reformular la pregunta de escapar de la vida real a un videojuego, y en su lugar, mejor pensar en cómo jugar videojuegos podría ayudarnos a ganar en la vida”, agregó Aranda.
