Imágenes: Sony Pictures
¿Cuántas veces se ha dicho que no se sabe lo que se tiene hasta que se le perdido? La nueva película animada “¡Piratas! Una loca aventura” nos da una buena lección al respecto.
El Pirata Capitán tiene a su mando a piratas muy fieles; juntos, cruzan los mares con el afán de obtener oro y muchas aventuras, además de gozar de sus tradicionales fiestas. Todos parecen muy felices con esta vida, pero hay algo que el Pirata Capitán desea más que nada; ser reconocido como el Pirata del Año. Año tras años, este trofeo se le entrega al pirata que mejor ha cumplido con sus tareas, tales como las de hacerse con el botín más jugoso.
Lamentablemente el Pirata Capitán es un fracasado a comparación de otros grandes piratas como Black Bellamy y Cutlass Liz por lo que sus posibilidades de ganar el reconocimiento son prácticamente nulas. Sin embargo, por azares del destino, conoce al muy interesado científico Charles Darwin quien se da cuenta que nuestro amigo pirata tiene en su poder una extraña ave que podría ser un gran descubrimiento científico, por lo que lo lleva a Londres; el problema es que para ello tendrán que burlar a la Reina Victoria.
El filme nos ofrece una impecable animación stop motion que logra atrapar al espectador gracias a su fluidez complementada además por un doblaje adecuado y una historia con moraleja. Más allá del punto polémico y/o desconcertante del manejo de los personajes históricos y su relación, los más pequeños disfrutarán esta entrega cinematográfica e incluso podrían quedar intrigados por el verdadero descubrimiento de la teoría evolutiva de Darwin.